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Tras 34 años ni la persecución sistemática, ni la tortura, ni el terrorismo estatal, ni la desaparición de los compañeros, ni la muerte han podido acallar y destruir la causa histórica del Peronismo que continuamos llevando como bandera a la victoria en procura de la felicidad del Pueblo y la grandeza de nuestra Patria.
El pensamiento vivo y latente de, Juan Domingo Perón, ha sido capaz de trascender el tiempo. Los principios y valores de nuestra cultura política siguen siendo indispensables para la construcción de un nuevo proyecto nacional de país, frente aun contexto histórico, dominado por el individualismo, el egoísmo, el hiper-consumismo que traen aparejado la deshumanización de las relaciones sociales y retroceso sobre si mismo en defensa de los intereses individuales o sectoriales. Vivimos en dos Argentinas, una que mira hacia el futuro y otra, que se resiste a cambiar. Por eso como Peronista en este día creemos que es sumamente importante recordar cual es la esencia de nuestra causa, y así cumplir con el legado histórico que nos dejo el General Perón a las futuras generaciones.
Santiago Cafiero
Santiago Cafiero
…“El justicialismo es el resultado de un conjunto de ideas y valores que no se postulan: se deducen y se obtienen del ser de nuestro propio pueblo. Es como el pueblo: nacional, social y cristiano. Es una filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.
La aparición y la evolución de la concepción justicialista corresponden al desarrollo histórico natural de nuestras ideas, y son patrimonio de todo el pueblo argentino. En esa medida, el ideólogo es sólo un intérprete. Ni la justicia social ni la libertad, recíprocamente apoyadas, son comprensibles en una comunidad integrada por hombres que no se han realizado plenamente en su condición humana.
Por eso el justicialismo quiere para el hombre argentino:
- Que se realice en sociedad, armonizando los valores espirituales con los materiales y los derechos del individuo con los derechos de la sociedad;
- Que haga una ética de su responsabilidad social;
- Que se desenvuelva con plena libertad en un ámbito de justicia social;
- Que esa justicia social esté fundada en la ley del corazón y la solidaridad del pueblo, antes que en la ley fría y exterior;
- Que tal solidaridad sea asumida por todos los argentinos, sobre la base de compartir los beneficios y los sacrificios equitativamente distribuidos;
- Que comprenda a la nación como unidad abierta generosamente con espíritu universalista, pero conciente de su propia identidad”...
Juan Domingo Perón, Modelo Argentino año 1974