viernes, 13 de febrero de 2009

¿Movimiento o Partido?

*Por Manuel Urriza
Fragmento de lo publicado en la revista Nueva Sociedad Nº 74, Septiembre-Octubre de 1984
El peronismo surge en Argentina como una reacción popular contra el sistema económico, social y político oligárquico que oprime a una sociedad en proceso de transformación, debido al desarrollo industrial y cuya modernización social es tercamente reprimida por las élites tradicionales. Se inscribe, pues, en las características generales de los movimientos populares, según lo hemos visto anteriormente, y se constituye en alternativa al sistema y al tipo de partido político que también hemos descrito. Su organización es muy peculiar. Además del liderazgo que lo caracteriza, el movimiento se estructura en tres grandes ramas: política, femenina y sindical (que luego serán cuatro, cuando se agrega la rama de la juventud) y paralelamente cubre las exigencias legales de un partido político que subsiste larvalmente a la vera del movimiento para cuando resulte de necesidad.
Su historia también es muy peculiar. Como movimiento irrumpe tumultuosamente con la movilización de las masas que, por ejemplo, producen la concentración popular del 17 de octubre de 1945, la cual puede considerarse su primera acción de asedio insurgente del poder. Pero el acceso al poder lo realiza a través del acto eleccionario del 24 de febrero de 1946, es decir, a través del propio sistema político incapacitado en ese momento de contener la indocilidad popular y para lo cual se expresa bajo la forma circunstancial de partido político. Este partido político, sin embargo, poco tiene que ver con el tipo clásico de los pertenecientes al sistema pues, como hemos mencionado, se trata, más que nada, de una forma instrumental destinada a cumplir las exigencias "legales" pero que, en la práctica, resulta desbordada por la dinámica del movimiento popular y por el liderazgo que lo conduce.
Esta experiencia es repetida. Cada vez que el peronismo ejerce el poder o combate por el poder es movimiento popular y sólo cuando debe cumplir los procedimientos legales de los actos electorales, es partido, pero además, con sus propias características. Esta adecuación a la función seguramente obedece a la idea de Perón de que "se facilita la lucha política cuando la organización corresponde bien al objeto" lo cual puede definirse como un principio estratégico.
Por ello, el peronismo es movimiento popular insurgente en el intento revolucionario del 9 de junio de 1956, en las luchas obreras reprimidas por el "Plan Connintes", en las puebladas del "cordobazo" y el "rosariazo" o ante la reciente dictadura militar y es expresión electoral, aunque proscripta, en las elecciones de 1958 y 1963 y movimiento frentista en 1973 (marzo y septiembre).
La respuesta del sistema contra el peronismo también es doble y se adecúa a la forma adoptada por éste. Es decir, al sistema le basta con "ilegalizarlo" para proscribirlo en cuanto partido (elecciones de 1958 y 1963), pero debe acudir a la represión para combatirlo en cuanto movimiento (revolución de 1956, "Plan Connintes" o la reciente dictadura), generándose la constante histórica de que cada vez que el peronismo llega al poder por vía electoral a través del partido se debe a que las condiciones permisivas del sistema han sido creadas, entre otras, por la acción asediante del movimiento (casos de 1946 ó 1973).
Vista fugazmente esta historia política del peronismo, es posible que ayude a hacer comprender que la disyuntiva de movimiento o partido tiene mucho de aparente en su caso, pues hasta el presente ambas formas han venido operando en una relación de complementariedad y no está definitivamente resuelto si las circunstanciascontextuales merezcan hacer variar esa estrategia. En los aspectos en que la alternativa no sea aparente sino real, ella no podrá ser resuelta, sin embargo, en un plano meramente especulativo, porque ambas son formas de organización destinadas a la operatividad política y, por lo tanto, su ventaja, o desventaja, utilización o desuso, dependerá más que nada de los objetivos que quedan pendientes de alcanzarse y de las características del sistema político, económico y social donde deban moverse las masas populares argentinas. Es decir, que la decisión estará en la respuesta que esas masas populares deban ofrecer a situaciones históricas concretas según el principio estratégico anteriormente transcrito.
Lo que sí resulta necesario es que, desaparecido el liderazgo que oficiaba de eje estructurador, el peronismo acometa la tarea de llenar ese vacío referencial construyendo nuevos ejes estructuradores. Dichos ejes, seguramente, tendrán que ser de dos tipos: a) ideológico, en el sentido de precisar, actualizar y difundir su contenido doctrinario, y b) organización, en el sentido de ajustar sus mecanismos internos de toma de decisiones y de dilucidación ordenada de discrepancias, ya sea en la forma del movimiento o del partido, pero asegurando el mayor grado de movilización y participación efectiva de sus bases. En referencia a la idea del partido, lo que también parece indudable es que por su desarrollo histórico y su sistema de ideas, la forma en que pueda llegar a pensarse no será la del tipo tradicional latinoamericano que hemos descrito al comienzo, cuya naturaleza es sustancialmente contraria a la de los movimientos de masas. La eventual idea de partido para el peronismo sólo sería pensable en términos de una organización movilizadora, participativa, abierta, transformadora y que constituya un instrumento apto para alcanzar objetivos de carácter nacional como la liberación aún pendiente; una especie de cuerpo de partido y alma del movimiento. Pero más allá de toda forma contingente que, como decíamos antes, deberá depender de los objetivos que todavía queden pendientes de alcanzar y que la propia práctica política indicará, creemos que el peronismo, para asegurar su continuidad, sí deberá recordar las ideas de Perón de que "sólo la organización vence al tiempo" y de que "tampoco se puede permanecer siempre con la misma organización por lo que hay que hacerla evolucionar de acuerdo con el tiempo y la situación".
*Militante Peronista. Ex Ministro de Gobierno de la Provincia de Bs. As (año 1973). Historiador. Abogado. Doctor en Ciencias Políticas. Master en Historia y Master en Sociología. Asesor del Instituto Juan Domingo Perón. Presidencia de la Nación.