*por Fabián Brest
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Puede observarse como estos grupos de interés político y social, comienzan a plantear algunas discusiones acerca de lo local, referidas al control y participación vecinal en las decisiones y acciones de la gestión municipal.
Hoy cada día nuestro Municipio se enfrenta a situaciones sumamente complejas por resolver, es por ello, que Gobierno, Partidos Políticos, Organizaciones de la Comunidad y vecinos están obligados a construir espacio de pensamiento para la acción común sobre las cuestiones que nos preocupan. Cada propuesta, proyecto o iniciativa a desarrollar desde cualquier ámbito de Representación o Representatividad, precisa de un proceso de análisis del problema, su contextualización y la construcción de consensos necesarios para una efectiva implementación y aceptación de las decisiones adoptadas.
Cada vez más cobran mayor dimensión en nuestras vidas cotidianas los temas o las cuestiones que se suceden en la denominada Área Metropolitana. Es imposible negar el impacto que genera en nuestras vidas lo ocurre cotidianamente en la Ciudad de Buenos Aires, en Vicente López, en San Martín, San Fernando, Tigre, Avellaneda. Hace unos días por ejemplo algunos municipios citados produjeron varias clausuras de habilitaciones de talleres clandestinos evidentemente relacionados con los hechos ocurridos en Capital Federal con la muerte de ciudadanos bolivianos, que en situación de ilegalidad y hacinamiento, se conviertieron en mano de obra esclava para la fabricación y el comercio textil.
Y ni hablar del efecto directo generado por la Tragedia de Republica de Cromañon en las discusiones acerca de las habilitaciones y condiciones de seguridad de los boliches bailables de la zona Norte. La agenda Municipal se construye en la actualidad en función de un complejo sistema de demandas que trascienden muchas veces las cuestiones estrictamente locales pero que son adoptadas por nuestros vecinos como propias.
Es por ello que creemos que el Concejo Deliberante de San Isidro esta llamado a ocupar un rol protagónico y estratégico en este nuevo escenario local cumpliendo con sus tres funciones fundamentales; control sobre las decisiones del Gobierno Municipal, representación de los intereses y demandas genuinas de la comunidad y legislación de las normas que deben garantizar el ejercicio pleno de la democracia vecinal.
Muchas veces, los vecinos organizados institucionalmente o no, reclaman con razón a sus Representantes locales los Concejales por la falta de acercamiento, conocimiento y desinformación de las necesidades y cuestiones sufridas en cada barrio y localidad del distrito. Pero también no es menos cierto por todo lo expuesto aquí hasta el momento que dichas cuestiones por su complejidad precisan de la acción conjunta de todos los actores involucrados, por lo cual, es lógico que muchas de las iniciativas y propuestas realizadas por los vecinos y sus instituciones difícilmente encuentren una respuesta rápida y adecuada a las circunstancias.
El Concejo Deliberante y los Concejales para encontrar canales o alternativas de solución de los problemas seria necesitan partir de un conocimiento generalizado del por qué de un problema determinado, esto lleva a pensar en sus alcances, su viabilidad, en las consecuencias que generaría su implementación, si no se superpone con otras normativas ya institucionalizadas o en vías de serlo.
Por ejemplo algunas instituciones y organizaciones no gubernamentales han solicitado en los últimos tiempos la implementación en San Isidro del régimen de Audiencias Publicas como nuevo mecanismo de control vecinal. Esta cuestión ya ha sido abordada hace algunos años en el Honorable Concejo Deliberante e inclusive el ex-concejal del Justicialismo Carlos Hurst llevó adelante las primeras experiencias al respecto, con motivo del conflicto originado con el plan UGE de pavimentación en el Bajo de Boulogne entre los años 1998 y 1999. Lo cierto es que el mecanismo resulto ser un elemento importante a tener en cuenta en la toma de decisiones del Departamento Ejecutivo producto de la presión de los vecinos, pero de todos modos solo fue considerado como un mecanismo no vinculante y no obligatorio, ya que, no existe legislación pertinente de rango constitucional en la provincia de Buenos Aires.
En realidad se trata de una Ley Nacional, en principio destinada específicamente para el control de gestión en la prestación de los servicios públicos privatizados, salvo casos como el del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bs. As., que fijó y reglamentó la utilización del mecanismo en su constitución. Durante años se han discutido en el Concejo Deliberante otras herramientas de democracia semi-directa, como la iniciativa vecinal, el referéndum, la consulta vecinal, el defensor del vecino, debido a que se encuentran sujetos a la interpretación jurídica provincial o la voluntad política de los gobernantes. Sería un paso importantísimo para la ampliación de la participación vecinal que, el Gobierno Municipal y el Concejo Deliberante, institucionalizarán un espacio vinculante para discutir por ejemplo la viabilidad de iniciativas como un Plan Estratégico participativo que redefina el rol y el perfil de San Isidro frente a las políticas conjunta intermunicipales en la Región Metropolitana incluida la Ciudad de Buenos Aires, el Código de Ética Municipal, la publicación on-line y expresa del Diario de Sesiones, Plan integral de Transito, políticas universales y efectivas contra la desocupación y la pobreza, y una fuerte legislación que proteja los espacios verdes y el medio ambiente local. Mejorar los canales de comunicación y acceso a la información pública entre Gobierno, Concejo Deliberante y comunidad es indispensable para fortalecer la credibilidad de los vecinos en la política y sus instituciones de representación. Y como contrapartida es sumamente importante para San Isidro que los nuevos actores políticos y sociales, más allá de elaborar sus propias iniciativas, además establezcan un vínculo más cercano con la representación política local.
Ha llegado el momento de dejar la soberbia, la omnipotencia y el sesgo ideológico o partidario de lado. Debemos aprender a escuchar y respetar la opinión del otro independientemente de su pertenencia e identidad política. En cada elección los sanisidrenses nos dejan un mensaje del cual debemos hacernos cargo. Comencemos a trabajar para que San Isidro vuelva a ser de Todos.