*por el Dr. Julio C. Balbi y Fabián D. Brest
Dar respuesta a los problemas de la sociedad es responsabilidad de los gobiernos y de las instituciones y no de los medios de comunicación.Sería beneficioso atender al planteo de Giovani Sartori cuando afirma que el video poder cambia las condiciones básicas de la formación de la opinión pública, tan esencial para el funcionamiento de la democracia, poniendo en peligro su autonomía, ya que el poder de manipulación y la consiguiente amenaza para la cultura democrática son ideales. Observamos una sociedad atomizada y presa, no sólo de la incapacidad de los gobiernos para superar esta crisis, sino de una profunda crisis de identidad propia de la contradicción y una cultura que plantea valores antagónicos y difusos.
El impacto generado desde los medios, donde muestra la realidad cotidiana, pero también la realidad sobredimensionada, producto de la búsqueda de mayor audiencia o la protección de los sponsors publicitarios, acentúan la incertidumbre y la desesperanza social, tanto o más que la corrupción política y económica o la ineptitud de muchos de los dirigentes para la resolución de las cuestiones sociales.
La cultura del éxito, de la imagen, los formatos vistosos, vacíos de contenido, la constante exposición de la frivolidad, no ya como crítica, sino presentada como un entretenimiento, como un disvalor que frecuentemente expuesto termina de convertirse en valor, así como el tratamiento de la violencia, configuran un factor importante para la profundización de la ruptura comunicacional de nuestra sociedad.
El mensaje de que sólo los exitosos puedan desarrollarse, esconde la exaltación del egoísmo y del individualismo como máximas morales para la acción, por lo cual, el otro y los otros, ya no resultan importantes para el diseño de mi mundo de la vida. Entonces, la sociedad se convierte en una suma de individuos que compiten por el acceso al consumo y a la búsqueda de una mejor calidad de vida, hipotecando el futuro, el suyo, el de su familia y el del resto. Una sociedad, no puede constituirse como tal a partir de la prescindencia de los otros. Pensar en un nuevo proyecto nacional del país implica construir un camino en común que nos incluya a todos. Sin el otro no existe posibilidad de construcción. No es posible un futuro mejor, no es posible una democracia con contenido social.
Como bien lo define Robert Dahl , la sociedad debe estar informada e intervenir en la información para tener participación en las decisiones de gobierno; y los medios, en este aspecto, pueden garantizar el control de ese derecho ciudadano. Las nuevas tecnologías de comunicación, nos explica Aníbal Ford, deben adaptarse a políticas que desplacen las utopías comunicacionales. Aquellas que fueron pensadas desde (Marshall) Mc Luhan o desde la cibernética de Bill Gates, que conciben al desarrollo comunicacional como un dispositivo para armonizar el mundo y ubicarlo en un plano más realista y menos marketinero, donde se establezcan, discutan e inventen políticas específicas para la defensa del patrimonio cultural, que impida que seamos procesados por otros o que se pierdan y se diluyan nuestra cultura e identidades. Este, nos parece que es el gran desafío que debemos asumir todos los argentinos, vivir en comunidad, vivir en comunión con los otros, significa vivir comunicados.
El camino a seguir entonces, tal vez debería ser el de la intersubjetividad solidaria de la que nos habla Habermas, para la construcción de consensos, el de la reconstrucción del diálogo social, el de una dirigencia política que vuelve a escuchar a la gente y no escucharse a sí misma.
Los medios de comunicación a través de sus actores deberán establecer una agenda común con el gobierno y con la política, planteada desde el cómo se debe comunicar constructivamente en esa coyuntura, con el objeto de lograr una estrategia conjunta que tienda a refundar el Estado, la Nación y la sociedad.
*Esta ponencia fue presentada en el Seminario Internacional "La Comunicación en Tiempo de Crisis en el mes de Agosto de 2002. En la actualidad el Dr. Balbi es director del Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad de Bs. As. y Fabian Brest preside la Asociación Civil Espacio Plaza.Julio Balbi es el principal referente político del Gobernador Felipe Sola en la Ciudad de Bs As.
