lunes, 4 de febrero de 2008

Hacia la Reorganización de Partido Justicialista

Queremos brindarles algunas reflexiones y definiciones realizadas hace ya algunos años por nuestro LIDER para que nos ayuden a pensar las decisiones que deberemos como militantes y deberán tomar nuestros dirigentes frente al gran desafío y la responsablidad que implica la de reorganización el Partido Justicialista.
MODELO ARGENTINO PARA EL PROYECTO NACIONAL AÑO 1974

*por Juan Domingo Perón

Un Ambito de Coincidencia Nacional

El primer objetivo del Modelo Argentino consiste en ofrecer un amplio ámbito de coincidencia para que de una vez por todas los argentinos clausuremos la discusión acerca de aquellos aspectos sobre los cuales ya deberíamos estar de acuerdo.
Es imprescindible que mis conciudadanos comprendan que la presencia central del Justicialismo en un Modelo que deseo para todos los argentinos, sin exclusiones de sectores, no responde al intento de forzar una indebida generalización de principios meramente partidarios. Si acudo a la respuesta justicialista no es por sectarismo o personalismo; estoy lejos de una actitud semejante.
La fundamentación justicialista no se incorpora por reflejar un sector parcial de opinión ideológico-política, sino por razones de índole totalmente diferentes.
En primer lugar, porque encarna principios permanentes emanados de la esencia misma del hombre. En segunda instancia, porque el Pueblo ha impregnado al Justicialismo de las constantes básicas de nuestra nacionalidad. Por último, como Tercera Posición, porque define una histórica determinación de autonomía e identidad nacional. Sin tales principios y constantes, sin esa identidad, no hay posibilidad de conformar un Modelo en el cual cada argentino que ama a su Patria se reconozca.
Estos motivos me alientan en la aspiración de obtener la coincidencia necesaria para trazar una política nacional.
La grandeza del país y la felicidad del Pueblo argentino, son dos objetivos esenciales que, a mi juicio, deben guiar nuestro pensamiento y acción.
Partiendo de esa premisa podemos empezar a construir. Sólo necesitamos unanimidad conceptual para hacer lo que la mayoría decida. Por eso, las grandes líneas de coincidencia únicamente pueden nacer del Pueblo, manifestándose en sus representantes a través de organizaciones de pacífica convivencia republicana.
Si se quiere salvaguardar la Nación que hemos recibido y seguir adelante en el proceso de preservarla y depurarla, o se usa la política de la fuerza, o bien se elabora la fuerza necesaria para respaldar una política.
Una Argentina de felicidad y de grandeza admite únicamente la segunda alternativa. Necesitamos pues, crear la fuerza requerida para sustentar una política nacional.